Esta vivienda de una sola planta está ubicada en una Urbanización de los años setenta de Calella, Barcelona, y tiene una superficie de 334 metros cuadrados. El terreno, de 1.700 metros cuadrados, es totalmente plano y está formado por parcelas rectangulares, calles bien urbanizadas y una jardinería consolidada por los años.
La parcela es suficientemente grande como para que su tamaño aísle la casa de los vecinos. Además, las ordenanzas tampoco permiten organizar una vivienda apoyada en los límites del solar y abierta a unos patios interiores íntimos. Por este motivo los arquitectos, Alberto Laguna e Isabel Braso, han creado una franja de estrechos espacios perimetrales que rodean a las edificaciones en la mayoría de casas aisladas. Son espacios perimetrales de dos a cinco metros de profundidad, retales sin entidad, residuales y perdidos, dominados visual y acústicamente por los vecinos y peatones.
En este proyecto los diseñadores han conseguido recrear esta franja perimetral a la edificación y dotarla de un sentido arquitectónico.
Para ello una valla de madera, con la máxima opacidad y altura permitidas, sigue todo el perímetro del jardín y prolonga las divisiones interiores que definen las estancias de la vivienda. Gracias a ello se han transformado aquellas bandas absurdas en una serie de patios, a cada uno de los cuales le corresponde una dependencia interior y al revés, a cada dependencia interior le pertenece un patio. Para favorecer esta conexión la fachada es absolutamente acristalada y la casa se acaba adueñando de todo el jardín. Una iluminación tenue de la valla contribuye, también por la noche, a hacer realidad esta intención.
La edificación tiene una forma prismática y está formada por una plancha horizontal de cubierta que se apoya en unos pilares metálicos yuxtapuestos al vidrio de fachada. El recibidor, un prisma de hormigón, absorbe los esfuerzos horizontales. De esta manera se consigue una planta absolutamente libre que puede modificarse fácilmente. Un sótano resuelve las necesidades de instalaciones.
Todos los vidrios exteriores disponen de un estor enrollable y con mando a distancia. Unas generosas pérgolas horizontales de lamas móviles garantizan la protección solar en aquellas orientaciones que son necesarias. Asimismo, cuatro lucernarios permiten la entrada de luz natural e iluminan las dependencias que no tienen contacto con la fachada.
La casa se organiza a partir de la sala de estar, comedor y cocina, que puede integrarse o aislarse a voluntad mediante unas cortinas enrollables escondidas en el falso techo. Todas las divisorias interiores tienen una puerta en contacto con la fachada, de manera que en casos especiales todas las dependencias se comunican entre sí y la casa se convierte en un espacio único, como si se tratase de un Loft.
Una serie de patios perimetrales rodea la vivienda, de modo que cada uno corresponde con una dependencia interior. Para favorecer esta conexión la fachada es totalmente de vidrio, por lo que la comunicación visual con el exterior es total.
La vivienda se ha distribuido a partir de la sala de estar, comedor y cocina, que pueden integrarse o aislarse mediante unas cortinas enrollables escondidas en el falso techo.
En el área de levante de la casa se ubica la zona de noche de los propietarios y en el lateral poniente las habitaciones de los invitados. En el centro se han situado los espacios comunes.
La planta baja consta de cocina, comedor, sala de estar, una habitación auxiliar y un baño. En el baño principal se ha apostado por el color blanco y una alfombra muy original.
El salón se ha amueblado con un sofá en forma de L, una vistosa butaca roja con respaldo alto, todo ello posado sobre una alfombra neutra en tono beige. A continuación se ha configurado el comedor, con una mesa en un divertido tono verde, comunicado con la cocina, situada dentro de un elemento creado con madera de vidrio. Este espacio se ha amueblado con un programa en color blanco, que crea una moderna combinación con los frentes en acero inoxidable.
El baño del dormitorio principal se comunica con uno de los patios traseros, por lo que la zona del lavamanos se ha situado frente a la gran vidriera que comunica con el exterior.