Al dejar volar la imaginación, representa mucho más que un espejo redondo moderno. Este fascinante objeto es como un portal encantado que amplía los límites de la habitación hacia mundos desconocidos. Cosmos está formado por dos elementos diferentes. La porción central espejada, con bordes irregulares, parece diseñada a mano alzada instintivamente, con suma naturalidad. Mientras que el borde externo, ubicado por detrás, es levemente cóncavo. La superficie abujardada no refleja el ambiente de manera nítida, pero aprovechando la iluminación del ambiente alrededor, funciona como marco decorativo con un efecto óptico líquido y cambiante. De ello, resulta un espejo moderno de forma suave y fluida, que parece envolver la habitación, abarcándola por completo.